En 1936, la iglesia fue
asaltada, incendiada y destruida la primitiva imagen. La Hermandad facilitó
documentación y fotografías al escultor hispalense D. Antonio Illanes
Rodríguez, para que tallase una nueva siguiendo la traza de la anterior; fue
bendecida en 1.937 desde cuya fecha recibe culto continuado. El escultor
respetó el hieratismo inicial del icono Maríano, que contrasta con el aire
francamente montañesino impreso al niño Jesús.
La imagen actual es de
cedro, de las llamadas de candelero o sea para vestir. Mide 165 cmts,
teniendo talladas y encarnadas las manos y cara. Los brazos son articulados en
hombros, codos y muñecas. Cejas pintadas, ojos en cristal, pestañas al pelo. La
nariz correctisima, teniendo la boca un ligero rictus de sonrisa, al modo de
las imágenes de su tiempo.
El Niño Jesús, también
de cedro, está tallado al completo, y articulados los brazos por el hombro. Su
cabeza finamente dispuesta en bucles montañesinos. Facciones dulces y
sonrientes, estando pintados los ojos y cejas; es un infante bellísimo, de
suave ternura, que mueve a devoción.
La Virgen, de pie,
sonriente, enmarca su cara con un rostrillo de forma de corazón, al modo de las
reinas y abadesas de Sánchez Coello, en tanto que la ráfaga de plata
proporciona una sensación de fulgor y dinamismo que nos recuerda el halo de las
apariciones.
Su contemplación
produce un dulce efecto de sosiego, propiciando la oración del creyente, y aún
el simple curioso, advierte la serenidad que emana de toda obra bien
equilibrada.
La Virgen va vestida
de Reina medieval, con saya bordada y manto brocado a juego. Sobre el rostrillo
lleva una toca también bordada en oro, y luce una corona de oro de Ley de traza
medieval, a tono con el cincelado gótico de la ráfaga de plata. Ostenta la
Medalla de Oro de la Ciudad y el Bastón de Alcaldesa honoraria perpetua de Alcalá
de Guadaíra.
El Niño Jesús, viste túnica también bordada en oro, y en lugar de corona, lleva tres potencias de oro de ley sobre la cabeza. En sus manos un relicario de oro en forma de corazón; ofrenda de una devota filipina, calza zapatos de oro de ley de hechura mudéjar. En la fiesta de la Candelaria, es costumbre secular que el Niño vista batón largo de bautizo y se cubre con un capuchón, como se hacía con los recién nacidos.
Hermandad de Santa Maria del Águila